Si Cielo Sagrado ha llamado a tu puerta, te invito a que conozcas mi historia, pues este lugar y este contenido son una extensión de mi corazón.

Mi nombre es Carolina, mis apellidos González - Peredo, honrando a mi padre, madre y a todo el linaje ancestral que me guía y sustenta. Soy Profesora de Educación Diferencial titulada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. La docencia es parte de mi esencia y desde pequeña me sentí llamada a aprender y a enseñar aquello que llegaba a mí. Trabajé en establecimientos educacionales durante 12 años, no obstante, la vida en su infinita sabiduría y sincronicidad me mostró otros caminos que me atreví a transitar.

El año 2017 tuve un primer acercamiento a una sesión de lectura y sanación akáshica, hecho que cambió mi vida por completo. No solo aprendí con ello a conocer una parte de mi oculta y profunda, sino que fue la puerta de entrada a un mundo mágico que compatibilizaba perfectamente con mi vida práctica y terrenal.

Luego de esto aprendí a vincularme con mi “yo superior”, a escuchar y ver las señales que mis guías me ponían en el camino, conecté con mi corazón y me reencontré cara a cara con mi poder creador.

Esta única sesión de lectura y sanación akáshica generó tanto impacto en mí, que de manera impulsiva y visceral decidí aprender todo lo que tenía a mi alcance. Es así como de la mano de Matías Núñez y Claudia Delgado me formé en Lectura y Sanación Akáshica, agradezco profundamente a estos dos maestros que desde miradas diferentes me entregaron los recursos y herramientas que hoy utilizo como lectora y profesora.

Fascinada con esto nuevo que llegaba a mí, me sumergí con todo en el mundo de las terapias energéticas, continué mi formación como Sathori Shihan de Reki, Sistema Usui con el gran maestro Claudio Márquez, maestro del cual continuo aprendiendo. Con Alicia Pomerani, también maestra reikista me formé como Maestra de Reiki Karuna, estilo de Reiki que más amo y del cual he tenido enormes satisfacciones.

Ver la cara de alivio, paz o alegría en mis consultantes al terminar una sesión, o los grandes cambios en ellos luego de un tiempo es algo que me llena de orgullo y alegría, esa alegría genuina que brota del corazón y se expande a cada célula de tu cuerpo, iluminando los pensamientos y afirmando con vehemencia, “sí es lo correcto”, “sí este es el camino”, “sí esto lo haría feliz mil veces.

El 2018 el universo me guiñó el ojo otra vez y me enfrentó con algo absolutamente desconocido para mí, la Astrología Védica, el sistema astrológico de la India, sistema aún desconocido en estas latitudes, pero que paulatinamente se abre camino. Estudié casi por dos años con Ricardo Bravo, un astrólogo védico chileno dotado de una inmensa sabiduría, inteligencia y sensibilidad y con el maestro de mi maestro el Dr. Shánkara Bagavdpada una eminencia en este campo.

De este entendimiento comprendí que estamos más influenciados por “todo” de lo que creemos, el cielo que no vemos, los planetas y las estrellas a millones de años luz de distancia juegan un rol importante en nuestro diseño cósmico y camino de vida. Una gran revelación de la filosofía védica para mi fue entender como cada uno tiene el poder de generar una segunda “línea de gracia”, es decir, todos tenemos el poder y el libre albedrío de decidir como mirar cada evento sucedido para modificar nuestra existencia.

Durante todo este periodo compartí roles como docente en un establecimiento educacional y facilitadora de terapias en Reiki y Lectura y Sanación akáshica, también comencé a dar mis primeros pasos como Consultora en Astrología Védica. De manera simultánea a todo esto aprendí sobre Tameana y Gemas con Luciano Rezzio en Magia y Cristales hoy Eclectic Ritual School.

El año 2018 también asistí al curso “despertando el corazón iluminado, enseñanzas de Drúnvalo Melchizedek, brindado por Mariela y Jens Glende. Esta formación no solo derribó un sin fin de creencias que me limitaban sino que además, me hizo experimentar físcamente la conexión con algo superior. Aprendí sobre geometría sagrada y sobre el poder del Mérkaba o vehículo de luz. Aprendí a no poner todas mis fichas en lo que veo, sino también en lo que siento y percibo. Estuve 4 días con una treintena de desconocidos y los recuerdos y sensaciones que viví esas jornadas marcaron mi existencia para siempre.

Terminando el instructorado de Astrología Védica a principios del 2021 sentí nuevamente un impulso hacia la expansión, hacia ir un paso más allá integrando todo lo aprendido. Es de esta manera como nace Cielo Sagrado, en pleno 2021, luego de un sinfín de cuestionamientos sobre la vida que quería vivir surgidos post pandemia.

Cielo Sagrado se constituye como un espacio físico y virtual en donde acompaño a personas que están interesadas en auto conocerse y redescubrirse como seres conectados con el todo, es en este entendimiento en donde ocurre la magia y finalmente los tan anhelados cambios que todos esperan para sus vidas. Creo firmemente en todo lo que digo en mis sesiones, porque lo he vivido y experimentado de primera fuente. Las personas que me conocen saben que vibro con lo que hago y trato siempre de transmitirlo, porque es mi verdad y si algo de ello les puede servir, aportar o guiar en su propia verdad, mi misión ya esta cumplida y esto me hace vivir plena y en gratitud.

A finales del 2021 decidí dejar mi trabajo formal como docente durante 12 años para permitirme vivir la vida que deseo, entre muchas cosas, Consolidar a Cielo Sagrado como un espacio de acompañamiento hacia el autodescubrimiento y desarrollo personal además de posicionarlo como una Academia de Formación de disciplinas Energéticas que llegue a personas en todas partes del mundo. Hoy comienzo una vida nueva, una aventura, me permito la equivocación, hoy vivo creando, hoy sonrío y sigo a mi corazón. Si yo puedo, tu también, no esperes más la vida es AHORA.